Cómo comer en un hawker de Singapur como un local


España y Singapur son muy parecidos en algunas cosas, y una de ellas es la obsesión por la comida. Mientras que en España dos paisanos pueden llegar a las manos discutiendo dónde se comen las mejores croquetas de jamón, en Singapur o Malasia dos uncles pueden argumentar durante horas donde se come el mejor kway teow. Eso sí, con menos violencia.

Originalmente un hawker era un oriental que iba con sus utensilios a cuestas, generalmente en un carrito, se plantaba en una acera concurrida, y cocinaba uno o dos platos para los clientes que se acercaban. En los años ochenta Lee Kwan Yew, el venerado padre de Singapur, decidió construir mercados donde cada hawker tendría su puesto, garantizando de esta forma mejores condiciones de higiene. Hoy día cada barrio tiene su mercado, donde parte está dedicado a la venta de productos frescos (pescado, carne, fruta, verdura, etc.) y parte a los hawker.

El espíritu no ha cambiado: cada hawker se especializa en dos o tres platos y muchos llevan haciéndolo décadas. El hawker es hoy un lugar de reunión donde la mayoría de los singapurenses desayunan, comen y cenan. Porque hay variedad, porque está muy bueno, y porque es baratísimo.

 
Hawker Singapur

Un día cualquiera en un hawker cualquiera.

Vayamos al protocolo. Lo primero que hay que hacer, especialmente en hora punta (12:00 para comer) es reservar mesa. Esto se hace colocando un paquete de pañuelos en la mesa. También podrías dejar tu IPhone de ultimísima generación y no pasaría nada, porque esto es Singapur. Pero por si acaso no lo hagas.

Hawker Singapur

|Okupado! Búsquese otro sitio.

Ya puedes darte una vuelta. Encontrarás del orden de treinta puestos, cada uno ofreciéndote una especialidad distinta: chino, malayo, indio… e incluso en algunos sitios western, que suele ser filetes de pollo con patatas. Si, ya sé, pero ¿no tenemos nosotros restaurantes asiáticos? Pues no nos llevemos las manos a la cabeza.

Nos fijaremos en aquellos puestos donde haya más cola, señal de que aquí se come bien. Esperaremos a que la cocinera, con un gruñido, nos indique que hagamos nuestro pedido, lo que haremos rápidamente para no romper la armonía.

Cogeremos bandeja y utensilios (en función de la comida, palillos y cuchara o tenedor y cuchara *) y nos serviremos un poco de salsa con chiles, para darle alegría al plato. En unos minutos tu plato estará hecho.

 

La auntie preparándote los fideos.

Foto de D J (unsplash).

De vuelta a tu sitio, comerás concentrado sentado en tu taburete de plástico, y solo al final de la comida harás uso del pañuelo para limpiarte.

Inevitablemente, alguien de tu grupo preguntará si alguien quiere bebidas. Solo al final, porque si te pides una botella de agua durante la comida quedarás como un turista. Alguien irá a hacer el pedido al puesto de café, y como en España, será imposible que dos personas pidan el mismo tipo.

 
Singapur Malasia

Chicken Rice, el plato típico de Singapur. Es… pollo y arroz.

Foto de Nauris Pūķis (unsplash).

Una última instrucción. Tienes que devolver la bandeja. Hasta hace pocos años de esto se encargaban unas ancianitas que iban de mesa en mesa limpiando (nunca me acostumbré a esto), pero desde hace un par de años se ha empezado a insistir (léase: multar si no lo haces) para que los comensales devuelvan su bandeja ellos mismos, que también pueden. Y aquí debes tener cuidado, porque hay estaciones halal y no halal.

Ya estás entrenado para parecer un local. Buena suerte y buen provecho.